La estadistica como compañera de mesa

Hemos hablado ya en algunas ocasiones, del riesgo como uno de los elementos básicos a la hora de evaluar nuestra posición y nuestro siguiente movimiento en una mesa de póker. A modo de resumen definíamos el riesgo como la posibilidad que tenemos de que nuestra mano venza a las demás considerando las distintas combinaciones posibles según las cartas que haya sobre la mesa.

Hoy vamos a complementar ese estudio sobre el riesgo añadiendo una herramienta practica que nos permite facilitar la toma de decisiones en las partidas, aunque hemos e tener en cuenta que las herramientas, por si mismas, no son decisorias, sino que somos nosotros, como seres racionales, los que debemos tomar las decisiones, considerando eso si, los datos que las distintas herramientas que empleemos nos proporciones.

Así las cosas, vamos a hablar de estadística, y mas en concreto de probabilidades. Una ciencia, la de la probabilidad y combinatoria, que vio su desarrollo precisamente gracias al juego. No hay juego en que la probabilidad este presente, y de hecho son muchos los juegos, especialmente de casino , en los que la probabilidad es la que marca las ganancias como ocurre con la ruleta.

La principal aplicación de la estadística al póker va referido precisamente al calculo de probabilidades. Básicamente tenemos dos elementos, que son nuestras propias cartas, y hasta otros cinco elementos que son las cartas que irán cayendo sobre la mesa. La aplicación de la probabilidad es la que estima que fuerte es nuestra jugada en comparación a las posibles combinaciones que pueden darse dependiendo de las cartas que tengamos sobre la mesa. Así, si nuestra mano es as siete, y sobre la mano aparecen un as y dos cincos. En este punto tendríamos dobles parejas de ases cincos. Pero puede que alguien tenga un cinco y ya vaya por el trió. Por ello probablemente nuestra postura sea empezar viendo como van las apuestas y sumarnos después, esperando un posible full por ejemplo. Un detalle importante es que cuantas menos cartas nos queden por conocer, mayor será el peso de nuestra previsión o estimación.

Si alguna vez vemos partidas de póker por televisión, o en algunas salas de póker cuando todos van con el resto, veremos como junto a cada nombre aparece un porcentaje. Pues precisamente ese porcentaje de victoria es al que nos hemos venido refiriendo. Es el porcentaje de combinaciones que favorecen a cada jugador y por tanto, cuanto mayor sea mejor. Pero como decimos, no debe ser la herramienta que domine la decisión final, precisamente porque mientras quede una posibilidad, hay un hueco para la sorpresa.